Hace poco menos de una centuria que la honorable Matrona María Ruperta Rodríguez de Esteves, dió a luz al más ilustre autodidacta y versátil creador cultural, que haya nacido en
El Hato, -un caserío de indocumentado e incierto acto fundacional-, que ahora registra su historia en la memoria heroica de los pueblos. Recordamos la fecha de nacimiento de un Paraguanero de prolijo trabajo intelectual, que se nos fue hace tiempo y que hoy cumpliría 92 años. Se trata del escritor,
poeta, cuentista, investigador e
historiador, Juan C. Esteves, que nació en esta población el 24 de Noviembre de
1922, y creció en un ámbito rural al lado de sus Padres, Don Pedro José Esteves y Doña María Ruperta Rodríguez de Esteves con una prole de diez
muchachos, mitad y mitad, hembras y varones. En su edad juvenil, -cuando
todos se asombraban de sus conocimientos de cultura general-, el Poeta llegó a Maracaibo buscando
algunos conocimientos básicos del idioma castellano, que los necesitaba para
emprender su carrera de escritor. Retorna y se incorpora a trabajar
en la refinería Cardón que, a la sazón,
pertenecía al holding multinacional petrolero anglo-holandés Royal Dutch Shell.
Se enamoró de una linda y encantadora Paraguanera, Petra Hernández ,
vecina de El Buchal, -caserío en las afueras
de El Hato-, con quien procreó una descendencia muy educada y de elevados valores familiares. Petra y Juan de la Cruz, eternos
enamorados a los que sólo la muerte pudo separar. El poeta,
su compañera de siempre y los muchachos se domiciliaron primero en Punto Fijo y
después en El Buchal, en una casa amplia y tranquila, una suerte de retiro
espiritual en el que recibía amigos e intelectuales de todas partes. Sobre todo
estudiantes universitarios que lo consultaban
frecuentemente.
He aquí las obras publicadas:
1) Los
poemarios Agua en totuma y Canto a Paraguaná.
Agua en totuma fue su primogénita obra publicada a mediados de la década de los 50's y Don Alberto
Boulanger Solé fue el padrino exclusivo de las ventas del poemario en Librería
El Carmen. Después aparece “Itinerario Lírico”.
2) En el
área de investigación lingüística Nombres propios (1957). Apuntes Lexicológicos y Toponímicos indígenas de
paraguaná (1975)
3) En la
categoría de publicaciones de la historia tenemos La Heroína de Paraguaná. Paraguaná en el tiempo. Juan C. Garcés. Liceo
Héctor M. Peña. Paraguaná Histórica y geográfica. La heroína de Venezuela: Josefa Camejo (1989). Los Taques: puerto hacia el
progreso.
Juan C. además de hombre culto, fue un escritor respetado,
admirado y reconocido por las instituciones públicas y privadas:
1) Individuo de número del centro de historia del
Estado Falcón.
2) Cronista oficial
de Pueblo Nuevo, durante 20 años.
3) Miembro de la asociación nacional de cronistas de
Venezuela.
4) En honor al
Poeta Juan C. Esteves la destacada
biógrafa paraguanera, Egly Colina Marín, publicó JUAN DE LA CRUZ ESTEVES: CRONISTA DE LA TIERRA PARAGUANERA.
Juan de la Cruz fue el primer Cronista de La Gran Paraguaná, cuya capital histórica y heroica es Pueblo Nuevo. Además de oficioso difusor cultural de la región, fue el investigador que más aportó con resultados positivos sobre el procerato coriano, tanto de la independencia como de la guerra federal. También se reconoce su acucioso interés de analista de la lingüística y toponimia indígena caquetía. Se le honra de ser el poeta de la belleza del paisaje peninsular y, por si fuera poco, el escritor que recoge, describe y edita los acontecimientos de la historia patria, en todas sus etapas, poniendo énfasis en la epopeya libertadora como foco central de su narrativa. Tal vez el desafío más importante de su carrera de cronista fue que, -basado en documentos de primera mano-, pudo elevar hasta el Procerato Independentista de la Patria, a figuras libertarias de la Falconía, como Josefa Camejo, la heroína de Venezuela y Juan C. Garcés, el soldado incansable, cuyas hazañas épicas están registradas en las obras de Juan C., el Cronista de Los Próceres Paraguaneros.
Juan de la Cruz fue el primer Cronista de La Gran Paraguaná, cuya capital histórica y heroica es Pueblo Nuevo. Además de oficioso difusor cultural de la región, fue el investigador que más aportó con resultados positivos sobre el procerato coriano, tanto de la independencia como de la guerra federal. También se reconoce su acucioso interés de analista de la lingüística y toponimia indígena caquetía. Se le honra de ser el poeta de la belleza del paisaje peninsular y, por si fuera poco, el escritor que recoge, describe y edita los acontecimientos de la historia patria, en todas sus etapas, poniendo énfasis en la epopeya libertadora como foco central de su narrativa. Tal vez el desafío más importante de su carrera de cronista fue que, -basado en documentos de primera mano-, pudo elevar hasta el Procerato Independentista de la Patria, a figuras libertarias de la Falconía, como Josefa Camejo, la heroína de Venezuela y Juan C. Garcés, el soldado incansable, cuyas hazañas épicas están registradas en las obras de Juan C., el Cronista de Los Próceres Paraguaneros.
De todas maneras a Juan no lo desvelaba ni la
nomenclatura ni el sueldo del cargo que, -en el tiempo de los 70’-, apenas alcanzaba para comprar
papel para la vieja máquina de escribir y pagar los pasajes de ida y vuelta de El Hato a Pueblo Nuevo. Juan nunca presumió de
grandeza intelectual y, al revés, alababa su condición de humilde panadero,
orgulloso de que las manos mágicas que escribían poesía eran las mismas que amasaban las ricas
tortas de harina de trigo mezclada con dulce de panela. El Debudeque de Juan de
la Cruz, el más sabroso y original de la península, que lo preparaba por
encargo para una clientela de moderado consumo, pero cautivada por la excelente
calidad y el incomparable sabor del
producto.
Punto y aparte para mencionar algunos incidentes sobre
publicaciones en periódicos locales, en las que algunos malos entendidos lo
enfrentaron en una polémica pública con el Doctor Ernesto Silva Tellería,
también historiador falconiano. Después del escándalo y superado el impasse hubo más creación y se multiplicó la investigación
para el conocimiento de las letras, la historia y la cultura. Aquella
controversia que intentó perjudicarlo, al contrario fortaleció su don creativo,
enriqueció su talento literario, intensificó su búsqueda histórica y
diversificó su labor cultural.
Ante el declive funcional de su senecto corazón, y frente a las limitaciones propias de su avanzada edad, se quedó con su familia en el lugar de
siempre, su casa de El Buchal, para reseñar los postreros relatos de su
historia, escribir los últimos poemas de su vida, y respirar el aire puro de la intensa brisa
paraguanera como desiderátum de su existencia. A estas alturas, después de muchos años de que el poeta
abordara su viaje definitivo, se recopila la herencia de una profusa y variada
obra literaria e histórica, aún inédita.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAgua en TOTUMA, Pan DEBUDEQUE, Sembrador de Sueños, URUPAGUADUCO, ROJO SEMERUCO....Simplemente MI TIO JUAN....Gracias Amigo Alexis...Vienen a mi mente mis recuerdos de niño con el flaco Aleis y LICHE (Ali) en la plaza de "EL HATO".
ResponderEliminary como no RECORDARME...COÑO ALEXIS ALVARADO...MIS VECINOS ACISCLO EN BICICLETA Y SUS SABROSAS LANGOSTAS PARA MI VIEJA CARMEN, FLORITA EN PENA FLOR, EL TIO NACHO Y SU CARACTER QUE SABIAMOS MANEJAR; NUEVAMENTE GRACIAS AMIGO ALEXIS POR TUS INVESTIGACIONES, DESDE HOY TE SIGO ENTRE POR UN ERROR DE LA TABLETA BUSCANDO UN LIBRO DEL TIO JUAN.
ResponderEliminarMe interesa la crónica, entré por aquí buscando información de los inicios de la industria petrolera en Amuay y me encuentro con este trabajo que me servirá para otra labor de investigación ¡Gracias al autor!. Juan de Cruz Esteves pasa a la Posteridad como el Cronista de Paraguaná. También deguste aquellos sabrosos panes y debudeques cuando de niño me llevaban para El Hato a casa se mi abuela Celia Reyes y a la casa de mi tío Dionisio Reyes ¿Te acuerdas primo Ovidio Reyes?
ResponderEliminar