miércoles, 4 de septiembre de 2013

El Desafío... del G-20

.....  Un desafío mundial para la enorme tarea diplomática en la que los garantes del orden  finiquiten el cese de los conflictos,  el descenso de las tensiones, el final de las diatribas y el silencio  de los duelos verbales entre paises del exclusivo grupo de los 20. Una cita memorable para lograr que el impacto destructivo de la violencia, -con sus espantosos  crimenes de lesa humanidad-, tenga un castigo ejemplar; que el adefesio de un terrorismo justiciero deje de ser el operador político de  los fanáticos del absurdo; y que la civilización consolide su arraigo democrático sometiendo a la barbarie que cada vez ensancha su mancha siniestra en la memoria colectiva de las naciones. Un reto que carece de autoritas para configurar una oferta de cambios históricos, en los que las virtudes humanas soporten la infalibilidad  de la paz y la seguridad del universo. Un encuentro fraternal en el que sobresale la necesidad de sacrificar la soberbia y de sepultar los odios ancestrales de cualquier índole o naturaleza. Una reunión de mandatarios que apuesta a un diálogo, sin pausas, hasta que los gobiernos entiendan que solo los acuerdos, -discutidos y logrados en conversaciones sinceras-, serán los fertilizantes, por excelencia, de los espacios productivos de esta tierra saturada de ingratitudes, en la que estamos condenados a permanecer para siempre, bien como espectadores o protagonistas de la historia.

.....Memorable desafío en el que cada uno aporte su experiencia en  la edificación de un nuevo orden mundial, que facilite la difusión de las ideas y detenga la circulación de las armas. Un orden de democracia protagónica para fomentar la comunicación abierta, sin censuras, y desarrollar a plenitud el valor de la libertad, como expresión soberana del albedrío personal y no de la engañosa auto determinación que se oculta tras una tumultuosa minoría mal llamada pueblo. Unas conclusiones para procurar la activación cultural en todos sus formatos, desde las más modestas manifestaciones callejeras del arte,  hasta las muy estridentes y escandalosas producciones artísticas de las grandes metrópolis, logrando que la cultura sea un bien asequible y que la gente esté educada para entenderla y asimilarla.

....Unas reglas de convivencia en las que el supremo interés social prime sobre la rebatiña crematística entre dueños y jornaleros de los medios de producción. Que se imponga el control de la explotación y uso de las materias primas, y del intercambio ético de las  mercancias de valor agregado, so pena del agotamiento prematuro de las fuentes, renovables y no renovables, de recursos naturales.  Actuar con urgencia en la supresión del grotesco y especulativo modelo económico que representa el mercantilismo,  invocando la apertura de un capitalismo humanista y solidario, capaz de redimir la inequidad en la distribución de productos, bienes y servicios en el mundo entero. Garantizar que una buena alimentación, educación, salud, vivienda y, en general, una  mejor calidad de vida sean rubros disponibles en todos los rincones del planeta. Que no haya primacía de lo social sobre lo económico ni que la manipulación de las riquezas condicione la ejecución de los programas asistencialistas del estado, sino que ambas variables avancen juntas y tengan por objetivo estratégico la habitabilidad del globo terrestre. Cumbre para aprender de las lecciones de la historia y rechazar los postulados  de  todo un arsenal doctrinario que atrofia la libertad, en su acepción de valor superlativo de la vida y condición sine qua non para el crecimiento de la inteligencia,  el talento y la creatividad, como los factores catalíticos del desarrollo integral del individuo y, por ende, de la evolución de la especie humana.


viernes, 16 de agosto de 2013

Fecha Memorable.

………  Fecha memorable para la cristiandad  y punto principal en la agenda de
quienes  creemos  en el perdón y la reconciliación de la humanidad.   Día de reflexión de
los que predicamos y practicamos  el  evangelio de la paz  y  la  solidaridad.   Tiempo final
para  los  indeseables  inquilinos  de este espacio vital  que,  -seducidos por las miserias de
una existencia irracional-,  dejan a su paso  las indelebles  huellas  de una  voraz y criminal
explotación de  valiosos  recursos  ecosistémicos.  Festejo universal  en  el que  los invitados
tienen  el privilegio de absolver o  condenar a  inocentes  o  culpables;  de resarcir los 
perjuicios  y  daños causados;  de derrumbar  las falsas  fachadas  y   recoger los escombros;  
en fin,  de recuperar  el  tiempo perdido  con el sublime  propósito de restaurar la  pureza  
virginal  de la madre naturaleza.
…………………………….  Fecha memorable para el arrepentimiento, la contrición y la elevación 
celestial del perdón por la forma perversa  en  que nos  desempeñamos  como  individuo, 
como familia, como sociedad  ó como nación.  Hora decisiva  para excluir las conductas 
insultantes  y casi siempre agresivas  de nuestra personalidad;   minutos eméticos para  
vomitar el veneno del odio,   segundos bizarros para borrar las debilidades del carácter,  
é  instantes ingeniosos para eliminar las vacilaciones del pensamiento  en  el  oportuno 
momento de  enderezar  el rumbo de la historia.  Ocasión especial  para excusarnos por las 
carencias  de amor,  de respeto, de comprensión y de conocimiento  que, deliberadamente,  
asumimos frente a nuestros semejantes.   Noche encantadora para suprimir los miedos y  
tomar  en  propiedad  los grandes desafíos del  arte, de la ciencia y de la tecnología.   Plazo 
determinante para  responder, con inteligencia y talento,  a una exigente y ambiciosa 
formación académica,  -de pluralidad ideológica y profundidad espiritual-,  como solución 
de continuidad a la crisis  global,  que inexorablemente  se ensaña  con  los  más  débiles  y 
vulnerables  del  planeta.

Demofilia Presidencial.

Una personalidad carismática, histriónica y compulsiva unida a  la exacerbada DEMOFILIA
presidencial,  -llevada por sus seguidores  a los extremos  del paroxismo popular-, convirtieron  a 
Hugo Chávez en la  leyenda viviente más atractiva de la historia reciente,  tal vez,  más fuerte 
que el culto religioso del  venerable médico de los pobres,  Doctor José Gregorio Hernández.  
Millones de venezolanos,  de los sectores históricamente excluidos,  se manifiestan dispuestos 
a darlo todo, incluso la vida, por la permanencia del Presidente en el poder.  No obstante la 
preocupante inseguridad personal que victimiza a ricos y pobres,  el desempleo,  la escasez  
de  productos elementales en la dieta del pueblo, la inflación incontrolable y una sorpresiva 
devaluación de última hora superior al 40%,  asombra  concluir  que estas calamidades no 
merman, -en lo absoluto-,  las simpatías de los electores por el gobierno de la revolución. 
LA DEMOFILIA del Presidente Hugo Chávez ha sido correspondida con creces, después del 
desastre económico y la desgracia social que tenemos. El amor del comandante  le ha sido 
retribuido en cada elección con millones de sufragios a su favor.  El mutualismo mágico entre  
el Presidente y su gente se fortalece, hoy más que nunca, con las plegarias y oraciones de 
los más humildes  en pro de la salud del primer mandatario. En esta simbiosis perfecta,  el 
Pueblo y el Presidente se entienden muy bien y saben de un compromiso histórico de largo 
alcance, que los anima en  su lucha diaria por subsistir  y, al  mismo tiempo, impulsa el desafío 
espiritual de ayudar a Chávez  a  superar  su  enfermedad.  La  fe  mueve montañas  y  esta 
mayoría electoral,   aunque todavía en  condiciones  de cuasi excluida,  tiene  fe en la retórica  
amorosa de Hugo Chávez;  tiene  la esperanza de que su líder no la abandonará y se levantará, 
más temprano que tarde,   con su DEMOFILIA revitalizada.
Resta, entonces, a los políticos que dirigen la Mesa de la Unidad Democrática conseguir un 
liderazgo demófilo que se robe el amor del pueblo hoy prendido en el alma del convaleciente 
y reelegido Presidente de Venezuela. La diferencia entre DEMOFILIA y Democracia está en que 
demófilos predican y practican el amor por el pueblo, mientras que los demócratas son los 
partidarios de que el pueblo gobierne. Cosas distintas, se puede ser demófilo y no demócrata

Asume Obama.

Hace 4 años  se encaramó el negrito en el pedestal  de la historia: PRIMER PRESIDENTE
NEGRO de una nación multi-étnica, pero con importantes focos de fanatismo racial. Entonces, 
encumbrado en la gloria del poder, juró derrotar, -en el corto plazo-, la nada saludable 
situación económica de Los Estados Unidos que, por efecto dominó, se propagaba por el 
mundo entero. Esta peste de las finanzas,-hoy día-, hace estragos en Europa, no obstante en 
América se percibe una sensación de control que  anula los riesgos y estimula la confianza. El 
Presidente evitó el avance de la crisis y como premio obtuvo su reelección. Hoy 20 de Enero de 
2013 asume de nuevo la conducción suprema de la primera potencia económica y militar del 
universo por los próximos  4 años como término definitivo de su mandato.
Nada más envidiable para quienes soñamos y anhelamos vivir en un sistema de libertades 
plenas, el ejercicio político de la juramentación de Barack Obama, un  afrodescendiente 
cuyo perfil  lo define como un hombre de origen humilde, sin relación aparente con los grupos 
tradicionales de poder y que se  nos configura  en el prototipo real del gran sueño americano; 
un líder que surgió de las entrañas de las minorías NEGRA é HISPANA como la gran esperanza. 
Los triunfos del Presidente Obama reafirman la convicción de que los gringos tienen el país 
con más democracia, donde todo es posible. Además de una sociedad tolerante, plural, 
heterogénea, oficialmente libre de odios raciales y religiosos, que  hoy se impone como 
el paradigma de una convivencia civilizada y, a la vez, dotada hasta la saciedad de los más 
sofisticados adelantos científicos y tecnológicos, para el bienestar y la felicidad de todos sus 
ciudadanos.Muy lejos de la caída y consecuente ruina que muchos pronostican y, anticipadamente, 
celebran, el imperio norteamericano agiganta su fortaleza y alimenta su poderío frente al 
mundo con testimonios -de prédica y práctica democrática- de la elevación de un humilde 
afroamericano a las alturas del poder. Por supuesto, un  tipo brillante, académico, legislador 
de experiencia, defensor de los derechos políticos de los grupos minoritarios sin estridencias ni 
escándalos  y abogando por la defensa de la democracia en el mundo entero.