sábado, 23 de mayo de 2015

PÉREZ EN EL HATO

Los Pérez, uno de los parentescos más arraigados que registra la historia de El Hato. Este clan también hizo aportes importantes de profesionales de la salud para la atención ambulatoria de nuestros campesinos con dolencias propias de las endemias y epidemias de la época. Este grupo familiar, con  fuertes vínculos en el caserío  y muchos logros en el historial de actividades comunitarias, se ubicó siempre al frente de las tareas de gestionar y alcanzar servicios básicos para la población. Gracias a estas influyentes familias, -así como a los partidos políticos y al vecindario en general-, hoy disponemos de acueducto, electricidad, liceo, casa cultural, telefonía, televisión digital y un acelerado crecimiento demográfico que nos elevó a la categoría de Parroquia. Estos cambios han estimulado la aparición de nuevas rutas de transporte de pasajeros, -masivas, rápidas y seguras-, conectadas con  Coro y Punto Fijo. Todo un crecimiento armónico que incrementa la calidad de vida del campesino paraguanero. Especialmente la población de El Hato que, en el caso de las carreteras, es atravesada por una importante arteria vial que comunica las playas con Pueblo Nuevo y Punto Fijo.

Capítulo Especial para Don Davicito -el patriarca de los Pérez-, catire de ojos verdes, bajito y de contextura delgada. Paraguanero emprendedor. Individuo que asume el riesgo total y un auténtico varón frente al desafío, sin reparar en  las dimensiones  ni en el aguaje del adversario. Este paradigmático jefe de familia fue el padre de María Pérez, respetable dama paraguanera, competente y estudiosa enfermera, de ejemplar desempeño en las medicaturas y dispensarios falconianos dependientes de la Dirección Regional de Salud. Abuelo materno del médico Joseito Pérez, hoy por hoy brillante gineco-obstetra, residenciado en el estado portuguesa. Este Joseito resultó ser el nieto que más aprovechó la experiencia vivencial y la fortaleza espiritual del abuelo.. El Catire Davicito tambien era  primo de Tomás Pérez, el padre de René Pérez Reyes, -mujer de excelsa vocación pedagógica-, y de Lesme Romualdo Pérez Reyes, político de dilatada trayectoria regional y el alcalde más honesto en toda la historia del municipio Falcón.


Don David Pérez Peña fue un incansable trabajador del campo, agrícultor de diversos rubros alimentarios y criador de cabras, ovejas y vacas; fabricante de quesos, natas y mantequillas. El lugar de las operaciones productivas de este campesino paraguanero se concentran en su conuco de Güima, bastante cerca de El Hato para desplazarse a pié o tomar una bestia para el transporte de la leche y de las cosechas de millo y de ajonjolí. Mientras que en su residencia, -con métodos caseros-, se preparaban los derivados lácteos. En tanto que los granos los acaparaban los comerciantes que, obviamente, se lucraban  con el hambre del pueblo, exportando a Aruba y Curazao los productos de la tierra paraguanera. Después de la hambruna del 12, los campesinos asimilaron la lección y mejoraron sus condiciones de vida. En medio de aquel drama se  acordaron  precios justos para las mercaderías de estos pequeños agricultores. Entonces aparecen las trojas, -un anexo en las casas más antiguas del poblado-, y se convierten en lugares estratégicos para la reserva de alimentos, en los casos de veranos prolongados, o de algunas plagas que afectaban los sembradíos y acababan con los animales.


Don David Pérez, casado con Doña Inés López, procreó una familia numerosa. La preocupación paternal por el futuro de sus hijos lo llevaron a apoyarlos en la búsqueda de nuevos horizontes. Unos tomaron la iniciativa de migrar a Caracas y otros a Maracaibo.  Algunos perdieron el tiempo. Otros lo hicieron bien, es decir triunfaron. Entre ellos sobresalió María Pérez López, que se convirtió en enfermera y pudo ejercer el apostolado asistencial y sanitario por más de 50 años. María, -junto a su padre Davicito-, fue una indoblegable dirigente de Unión Republicana Democrática, URD, en la Península de Paraguaná. En cada campaña electoral, el Doctor Jóvito Villalba dispensaba una visita a Don David Pérez en su residencia de El Hato, reafirmando el mutuo afecto personal y la simbiosis política entre el lider máximo de los amarillos y el jefe de los Pérez en Paraguaná. Ambos amigos personales de Rafael Primera, -el Charaimero Mayor-, pionero del desarrollo económico de la región y en especial de su Charaima querida. Don Rafael, además de concejal, fue el Urredista más importante en la zona oriental de la península de Paraguaná.


María Pérez, ejecutó al pie de la letra los postulados de Florencia Nitingale y se dedicó a la asistencia médica por más de 50 años. La enfermería fue la pasión de su vida. En cuerpo y alma, -de noche o de día-, su misión era socorrer a los enfermos y brindar ayuda a los necesitados. El otro objetivo de su vida, -en el marco de la intimidad familiar-, fue que su sobrino preferido, Joseito -conocido en el pueblo como el Camarón de María Pérez-, alcanzara el doctorado de medicina, enalteciendo el orgullo de esta extensa familia. Hoy día, el Doctor José Rafael Pérez Pérez, es un médico exitoso, egresado de la prestigiosa Universidad del Zulia con excelentes calificaciones. Joseito hizo realidad el sueño de su adorable tía y culminó su posgrado en obstetricia y ginecología, honrando el entrañable compromiso social de la familia Pérez con su pueblo. Casi se me olvida la profesora Emna Pérez de Rossell, docente apreciada y recordada de la Comunidad de Charaima, donde se desempeñó como maestra de educación primaria, tarea harto difícil en el ámbito rural. El Gran Eligio, otro de sus consentidos nietos, hizo carrera en las industria petrolera, alcanzando el nivel de Supervisor Mayor en el área de refinación, que no es poca cosa. Hoy día, Eligio y Emna,  -para el descanso eterno del  Alma de María Pérez-, ambos (Eligio y Enna) están  jubilados con un retiro cómodo, estable y bien remunerado  LA GRAN TIA MARIA, la tía más hermosa del mundo, la tía que convirtió en hijos propios a todos los nietos de DON DAVICITO y DOÑA INES. LA TÍA MARÍA, SIN DUDAS, UNA MUJER EXTRAORDINARIA.