jueves, 4 de septiembre de 2014

El Hato, Falcón, Venezuela

El Hato,  por su cercanía a Adícora, El Supí, Buchuaco y Tiraya se perfila como el sitio ideal para el descanso vacacional después de un largo y agitado día de playa, o luego de completar el recorrido intenso de unos 70 kilómetros por la carretera perimetral de la Península, que nos conduce a las Cumaraguas, -una de las salinas más productivas del país-,  al Cabo de San Román y al Faro de la Macolla,  -uno, el punto más al norte (septentrional) de la Venezuela continental y el otro, guía tradicional de los que navegan por el caribe. Ademas de incluir en el tour el gigantesco Parque Eólico en las afueras de Los Taques y que, -en el mediano plazo-, generará toda la energía eléctrica requerida para  el Estado Falcón.  La hospitalidad y buen trato de su gente convierten a los parroquianos en anfitriones solidarios de la Gran Paraguaná, que garantiza el hospedaje cómodo y seguro de los temporadistas  que nos visitan, -en mayor volumen-, desde el Zulia y  los Andes y, -en menor cuantía-,  de otras regiones de Venezuela.

Los servicios de la oferta turística son de buena calidad. Mejorados unos y optimizados otros. Se ofrecen casas equipadas con accesorios como tanques de agua, plantas eléctricas, aires acondicionados, televisión satelital e internet. Las pocas pero  limpias y amplias calles del vecindario están en condiciones normales para el tráfico vehicular. Quizá mejor para caminar, trotar y/o dar un paseo en bicicleta. Del reventón de las olas en  la brava costa del caribe, y  del  choque de aire caliente con  la brisa fresca del  mar,  se cuela, -suave, fuerte y ligero-, el intensivo y veloz viento paraguanero. Después de 3 / 4 de centuria procesando hidrocarburos altamente tóxicos y contaminantes,  y luego de los ensayos de energía solar libre de impurezas pero sumamente costosa, Paraguaná se reivindica como  generadora del combustible que no causa daños ni perjuicios contra el ambiente. En la peninsula, como en toda la costa, los vientos se originan por un desplazamiento horizontal de las masas de aire, -entre zonas contiguas pero con valores opuestos de presión y temperatura-, capaces de producir energía cinética,  limpia y renovable, lista para el consumo doméstico e industrial.  Paraguaná  por su privilegiada ubicación geográfica y su inherente naturaleza energética, está en condiciones de suministrar gas eólico o carburante verde, el más limpio y  barato del planeta,  disponible en el ventilado territorio peninsular,  -a cielo abierto, al aire libre, noche y día y en óptima intensidad. Para concluir el capítulo, aclaramos que un anemómetro mide la velocidad del viento, la dirección la determina una veleta y los registros que resultan se expresan en escalas. Una de éstas,  -la del Almirante Beaufort-,  data del siglo XIX y sus valores van del uno al doce. En cero  hay calma absoluta.  El uno (1) es la Ventolina. El  doce (12)  es un Huracán con vientos de más de 118 Kms/hora y efectos catastróficos. No hay documento histórico que haya registrado un Ventarrón de ese tamaño en Paraguaná.

Culminando la faena laboral del día y aprovechando el tiempo libre, en la noche los vecinos promocionan los próximos eventos comunitarios y se mueven tranquilos y confiados en la seguridad de la ciudadanía, a cargo de la policía turística del municipio. Los contertulios van al Bar a polemizar sobre temas particularmente importantes. Entre tanto la casa de la cultura muestra un cartelito que dice: out of service.  Los creyentes asisten a la Misa, -el solemne ritual del sacrificio de Cristo-; o al Rosario de la Virgen,  -un ceremonial litúrgico de profundo arraigo popular-. La feligresía parroquial dispone del venerable santoral católico y administra el recinto del culto, en el que la arquitectura del templo nos muestra una edificación religiosa del siglo pasado, que se destaca por ser la única Iglesia con 2 torres o campanarios simétricos en la Península de Paraguaná. La Gran Feria Parroquial o las tradicionales fiestas patronales  se celebran en el mes de julio en honor a la Virgen del Carmen. Fecha del célebre reencuentro, en el  que los hijos, -repartidos por otros  rincones del país-,  retornan para reeditar la historia del pueblo que los vio nacer.

Entre gallos y media noche transcurre el tiempo de los espantos. Lapso que incrementa el miedo a la oscuridad,  que provoca pánico frente al silente eco de la noche y que debilita la valentía de los bizarros con relatos tétricos y asombrosos, -de transmisión oral-,  al estilo conceptual de lo real, mágico y maravilloso como tendencia exclusiva de la literatura latino-americana.  Guardando las distancias y sin pretender comparaciones, citamos las narraciones espeluznantes sobre las siniestras fábulas de los ceretones. Las fortunas trágicas de los desenterradores de tesoros. Los extraños y macabros contactos con el más allá  y las crónicas desesperantes e inenarrables de  las ánimas en pena y sin purgatorio, entre otras piezas culturales que emergen de la imaginación colectiva y de los poderes creadores del pueblo. Muchos vecinos  se han destacado en el arte de contar historias. Unos en el género de las anécdotas, las supersticiones y las creencias esotéricas; y otros hilando fino entre el humor negro y el chiste de doble sentido. Los artistas populares, -tutelados por la casa de la cultura-, desarrollan  investigaciones y recopilan datos interesantes que descubren episodios ocultos de  la historia inédita de la región.   Concluida la jornada y después de un sueño reparador, los visitantes vuelven a las tareas más divertidas de unas inolvidables vacaciones.

Si te apetece un buen bocado,  acude al Restaurant El Turístico que te ofrece originales y variados platos, típicos de la gastronomía falconiana. Comida a la carta, bebidas de todo tipo y fácil ubicación en la vía principal del poblado, exactamente en la "T" vial que comunica con Adícora, Charaima y Pueblo Nuevo. El Chivo es la presa favorita de los platos típicos del  restaurant. De barato a caro consigue mondongo de chivo, hervido, asadura, chivito asado, en salsa, en coco, al tarckerí, cesina o chivato seco,  terminando con queso de cabra y el original suero en tapara. En el orden sigue el marranito, selse, frito o teretere, pernil, chuleta , lechón,  costillitas fritas, codillo y paticas cocidas en granos, añadiendo los derivados del cerdo en  la suculenta charcutería del desayuno criollo o americano.  En la marisquería, chipe, pulpo, mojito de raya o cazón y pescado frito. Conejo asado, marinero, al vino, al salmorejo. Variedad de postres como el dulce de leche de cabra, debudeques, suspiros y bollos. El visitante que disfruta de los tragos y de las inolvidables  melodías del recuerdo, tiene en el Bar Rest "El Turístico" la antiquísima y más completa Rockola de la Historia, con los éxitos musicales más impactantes de todos los tiempos. Si te entusiasma el paseo, en  pocos minutos puedes visitar Pueblo Nuevo, -de interesante valor histórico-,  o si prefieres, Punto Fijo que está a media hora de camino, sin apuros y en automóvil. En este caso puedes ir de SHOOPING por un buen rato, pasando por la Zona libre y entrando al Sambil. No obstante la aventura y el reposo vacacional  te  esperan en El Hato.


Una vez que estés en El Hato puedes pernoctar en una casa de campo  tradicional, transformada en amplia y confortable Posada para que disfrutes de tus merecidas vacaciones. Este silente y gratificante pueblito paraguanero te reconocerá como  su huésped especial y como un amigo excepcional,  para que, en compañía de la familia y las amistades, sientas las bondades de un apacible y cómodo lugar del  semi-desértico clima peninsular. Una estadía feliz con la atención de gente amable y cariñosa, comprometida en que El Hato sea el destino turístico de tus próximas vacaciones.