viernes, 27 de mayo de 2016

cine aica... por manuel garcía

Historias de El Hato... Por  Manuel García...      ...............CINE  AICA EL HATO..... A finales  del año 1952 nace la idea de construir un local para pasar películas en la población y se inicia con las compras de los materiales para el espacio y lo equipos tales como  proyectores, sillas y otros  para poder cumplir con el proyecto o idea planteada.  Es así como a conclusión del año 1952 o comienzos del 53 se proyecta la primera película en el local del cine denominado AICA. El nombre  del cine deriva   de los nombre de Aída y Catalina,  las dos primeras hijas del señor Tico como lo conocía la población. Su nombre de pila Lesme Gualberto Reyes Hurtado, Tico,   quien además de primo hermano fue  toda la vida el esposo de  la maestra Yraida Catalina Peña Reyes, mejor conocida como la maestra Yaya, directora de la escuela nacional graduiada Batalla de Junin. De la unión de TICO y YAYA nacieron Aida, Catalina, Lesme, Carmen  Yraida, Gualberto y Leannys.
La idea del cine fue de gran impacto en la comunidad de El Hato y pueblos aledaños tales como Santa Cruz, Adicora, Guacuira, Charaima, entre otros, los cuales eran transportados en un autobús denominado “Rayito de Luna” que era de propiedad del señor Tico. Esta actividad de hecho competía con los cines de Pueblo Nuevo que eran administrados, uno  por Mario Julio Álvarez y el otro por el señor José Rafael Dávila. Las proyecciones se realizaban los sábados y domingos  a las 07:00 pm, con películas en su mayoría mejicanas donde protagonizaban Pedro Infante, Luis Aguilar, AntonioAguilar, Francisco Casanova,   Sara García, Pedro Armendáriz,  Cantinflas, Viruta y Capulina, entre las cuales tenemos: Capulina y Don Viruta, la Batalla de los Pasteles,Nosotros  los   Pobres, Dos Tipos de   Cuidado, El   caballo  Blanco,  As   de  oro,  AndoVolando bajo, El 7 Leguas, El analfabeto, Cuando los hijos se van.Los rollos o bobinas de 32 pulgadas, como también les decían, provenían de Punto Fijo,lo cual eran retirado por el señor Tico todos los viernes y devueltos lo lunes, convenio este que se realizaba con el señor Osorio en la calle Sucre..  Como operario y asesor de la cámara de proyección lo hacia el señor José Dávila conocido popularmente como el “Ratón” quien enseño al señor   Tico, pero con eltiempo lo delegó en Gilberto Beto Reyes y luego lo haría  a su hijo Lesmes Reyes quien realizo esa jornada hasta el año 1969 que fue el año del cierre del mencionado cine, debido a la vaguada ocurrida y se daño el proyector y fue imposible repararlo por no conseguir los repuestos necesarios. Los tickets para la entrada eran expedidos por los miembros de la familia con un valorde 0.50 hasta 1.00 Bolívar, llevando el control de acceso al cine la Sra. Franciscana Ramírez, mejor conocida como Chicana, o sea la portera para esa actividad la cual cumplía con estricto orden y disciplina. La animación estaba a cargo de Jóvenes para la época con mucha destreza y habilidad jocosa los cuales mencionaremos  Ciro Colina, Ramón Antonio Graterol (Chiche) y Rito Rodríguez, los cuales los espectadores los definían como la voz de Plata, la Voz de Diamante  y  la  Voz  de   Oro,   que   con   un  estilo radiofónico  hacían   la  publicidad  y propaganda con sus respectivas complacencias a las cumpleañeras y cumpleañeros de la semana, y con esto la sala conformaba el centro de actividades mas importante del  sector presentando espectáculos  por empresas de prestigio nacional tales como la del Príncipe Rene” lo cual presentaba a la famosa bailarina la “Princesa Dora”. Para el inicio de las películas, se acostumbraba con una melodía de Antonio Aguilar, denominada la Marcha, y en el intermedio cuando se hacia el cambio del rollo, había una   pequeña   actuación   de   baile   de   un   amigo   del   pueblo   conocido   como   PRIMOZANGANO, que era oriundo de Buena Vista. De los pobladores asiduos al Cine estaban los Señores David Pérez, Modesto Rossell,Eusebio   Maldonado,   Rosendo   López,   Samuel   Chirinos,   Lino   Zambrano,   EulogioRossell, Ramón Alvarado, Ignacio López, Dimas Tremont, y algunas damas como "Cocolla " Rodriguez la Novia de Asciclo Chirinos, pareja que no se perdía ninguna de las peliculas.Otras jóvenes.como Nereyda Maldonado, María la de Cloro, Rosita tambien gustaban del cine. Otras no tan chicas  Como Ramona Margarita solían ver su peliiculita de vez en cuando.Otras como René Pérez, Emna, Zaida, Mariita, la familia de Nicho Reyes cuando vivian en El Hato. De los Peña, tormenta era asiduo visitante del AICA.El Negrito Antunez nom se perdió niguna película mientras vivia en El Hato Había otro grupo del Buchal que asistía frecuentemnente al cine AICA.. En el negocio del local del cine vendían maní tostado, caramelos y refresco y era obligación del novio brindarselos a las muchacchas.. además tenía que llevarla hasta su casa a eso de 10 de la noche que terminaba la película...Todo muy respetuoso entre chicas y chicos..Cabe destacar que la energía eléctrica necesaria para su funcionamiento provenía de una planta eléctrica ya que la en la comunidad no había energía  nacional. Una vez cerrado el cine, en el local han funcionado varios fondos de comercio tales como un Bar, un Mercalito, y en la actualidad una agencia de Festejo, con el común denominador que todos llevan  las siglas de AICA

jueves, 19 de mayo de 2016

Manuel Eugenio Léidenz Colina

Manuel Eugenio Léidenz Colina, un venezolano a carta  cabal que,  tal vez, pudo  haber  concluido su tratamiento médico con todos los insumos disponibles, si la historia del país hubiese sido otra. Si se respetaran los derechos humanos y, en consecuencia, la nación hubiera estado en manos de gente responsable, con sentido común, capaz de garantizar la salud y la vida de los venezolanos.  Sin embargo presumimos que decidió, -junto a su familia-, enfrentar a la complicada enfermedad y luchar por su supervivencia con los escasos recursos terapéuticos, hoy, en mala hora, desaparecidos del mercado farmacéutico nacional. Su convicción sobre la calidad de la medicina Venezolana fue, -más que una expresión reiterativa de fe-, una entrega total a las manos de nuestros galenos. Ahora los profesionales de la salud ejecutando las tareas titánicas, no convencionales, de operar sin material quirúrgico y sanar a los enfermos sin medicamentos, contrariando el juramento hipocrático, lo que supone un desafío cuesta arriba con un riesgo muy alto en su misión de aliviar el dolor y prolongar la vida de los habitantes de esta república bolivariana. 


Manuel Eugenio fue un ciudadano ejemplar; conocedor de sus deberes y derechos. Respetuoso del trabajo planificado como fuente de ingresos, manantial de experiencias y agenda de responsabilidades las 24 horas del día, los siete días de la  semana, las  365 fechas del año. Manuel Eugenio cumplió su tarea como un individuo de principios éticos y morales con una  vida regida por la prudencia, la justicia, la fortaleza y la templanza.  Asumió sus quebrantos con la  esperanza propia de los virtuosos y confió en el equipo de especialistas que atendieron sus dolencias. Desde sus tiempos juveniles creyó con absoluta certeza en los avances científicos registrados en el país y nunca se dejó seducir por la idea de marcharse a algún otro lugar. Siempre soñó con una Venezuela productiva, llena de prosperidad para la que se preparó en una carrera universitaria de conexión directa con la producción agrícola del país. Para satisfacción de la familia, Manuel Eugenio había entendido el llamado del sabio y laureado escritor venezolano Doctor Arturo Uslar Pietri,  de sembrar el petróleo.  Entre otras diligencias se trasladó a la Ciudad de Maracay y escogió el trabajo agrícola como el leit motiv de su existencia. Sostuvo una fe inquebrantable en el potencial agropecuario de los suelos venezolanos. Siempre creyó en la recuperación inmediata  de los logros alcanzados en la democracia. De manera que se marchó de este mundo con la extrema preocupación por el peligro que se cierne sobre el régimen de libertades  democráticas, que cada día se hace más vulnerable y difícil de rescatar. Sus hijos, hijas y nietos decidieron sembrarlo en los fértiles Valles de Aragua, donde transcurrió su vida profesional y familiar. En Aragua,  -su tierra por adopción-, se cultivaron  para siempre sus despojos mortales y las formidables experiencias y enseñanzas que abonarán la calidad y cantidad de la zafra, recordando los tiempos de avanzada en que el sector privado tenía acceso a las divisas que permitían incorporar tecnología de punta en la producción agropecuaria del país.  

Un profesional brillante con más de 40 años de entrega al campo venezolano, especialmente a la zona centro norte costera del territorio nacional, en particular a la caña de azúcar (Saccharum Officinarum), el rubro que ocupó su tiempo completo de trabajo rutinario y de las horas de investigación que se trazó como hombre de ciencia. Desde muy joven inició su preparación en la Facultad de Agronomía de La Universidad Central de Venezuela, donde obtuvo el título de Ingeniero Agrónomo.  Siempre quiso a Maracay, su ciudad favorita y el sector El Limón su residencia estudiantil, -desde la primera jornada académica  hasta la última clase del pregrado-,  muy cerca del campus de las escuelas de agronomía y de  veterinaria de la UCV. La Señora que regentaba la residencia elogió siempre la conducta intachable, la postura y elegancia de gran caballero que personalizaba Manuel Eugenio. Ejerció su disciplina laboral en el sector  privado de la economía. Se especializó en el cultivo de la caña, alcanzando jerarquía gerencial y de investigación en las empresas de la Familia Vollmer. Su vasta experiencia con este grupo empresarial y sus aprovechados estudios de postgrado  le permitieron  practicar asesorías tanto en Venezuela como el exterior en la industria azucarera..


Manuel Eugenio, mi primo Ñeño, para quien hubo siempre un trato cariñoso y especial. Lo admiramos y reconocimos como el hermano mayor de la familia. El hombre sencillo, responsable y serio, de extensos y profundos  conocimientos, que hablaba con propiedad de  cultura  general y, especialmente, de su área  técnica y profesional. Así mismo de los temas de actualidad a nivel global. Quienes lo admiramos, lo respetamos por su cultivada condición intelectual, su elevado perfil profesional y sus discusiones en tono y carácter moderados, sin aspavientos ni estridencias. Un ser humano extraordinario. Un individuo conocedor del potencial educativo de su descendencia. Un Padre de excelsa  dedicación familiar con unas hijas bellísimas e inteligentes y unos muchachos educados y talentosos, todos con formación universitaria. Un abuelo encantador que disfrutó en toda su intensidad la frescura de sus hermosos nietos. Hoy parte en viaje definitivo a otro nivel de existencia; sube al reencuentro con la mitad de su vida, con su amor eterno... Talita, la madre de sus hijos, la abuela de sus nietos. La esposa del hombre saludable, la mujer del marido inteligente, la dama del caballero elegante, la miliciana del compañero luchador, la muchacha del amigo infalible,  la señora del esposo conquistado por el amor inagotable de una gran Mujer.

sábado, 14 de mayo de 2016

Agua y Luz en El Hato.

Fue en la segunda mitad del siglo XX, cuando los nacidos antes o durante la primera mitad de aquella centuria,  conocimos las torrentes de agua potable circulando por las tuberías galvanizadas. Técnica ésta, harto conocida en los tiempos y lugares más recónditos del planeta, pero asombrosas a los ojos de las aldeas rurales de Paraguaná. Aquello se nos grabó como un acto de magia o una justificada honra de las promesas electorales de la imberbe democracia que recién se instalaba en el país. Mientras esto ocurría con el acueducto, el fenómeno se repetía con la electricidad. Las siamesas de la civilización corrían parejo con el avance cronológico de la historia. El agua y la luz se abrazan y se dan la mano  siempre como necesidades básicas de la población.  Sin distinción de clase social, color de piel o cualquier otra característica que pudiera prestarse a la discriminación, todos tenemos derecho al agua potable y a la energía en sus múltiples manifestaciones. Los permanentes conflictos del medio oriente. por ejemplo. y las tensiones bélicas entre las potencias militares,  de hoy día,  se deben básicamente al control de los espacios acuíferos y al manoseo  de un recurso energético como el petróleo. Guerras por el manejo de los recursos hídricos y forestales, amén de la pugna por los hidrocarburos en encubiertas operaciones racistas, religiosas y políticas, que datan desde los primeros usos del fluido orgánico mejor conocido como oro negro, unidad energética que mueve al mundo hasta los tiempos actuales.
Volviendo a la historia local, la memoria nos presenta a los protagonistas, -como espantados unos y estupefactos otros-. al ver los postes de las redes distribuidoras, que alumbraban el espacio interior y las fachadas del caserío. Otro  acto sobrenatural de un pueblo azotado por la sequía,  que  se preparaba para asumir el desafío del proceso acelerado de sustitución del rancho de barro por viviendas higiénicas, con los elementales servicios de modernos centros urbanos. Un caserío que rompe el silencio del miedo, reemplazando el mechurrio de kerosén y la eficaz lámpara de gasolina por el incandescente y automático bombillo eléctrico. Certero golpe a las costumbres primitivas de unos campesinos temerosos de la civilidad.
El vital líquido, ahora potable y en abundancia para ducharse y prevenir las epidemias generadas por las evidentes carencias sanitarias de las que gradualmente hemos salido, sin descuidar las amenazas de retroceso en esta materia.  Otro adelanto fue la energía eléctrica para refrigerar los alimentos y evitar los encurtidos de sal que subitamente deterioraban  la salud del colectivo, situación que se agravaba porque no había ni médicos ni medicinas. Casi un siglo después volvemos a la precariedad del agua y la luz por motivos diferentes. Esta vez los cambios climáticos, provocados por el uso perverso de los recursos naturales, son los responsables de la ausencia de lluvias que genera la prolongación del verano y merma la capacidad de la energía hidráulica para transformarse en electricidad. EL NIÑO Y LA NIÑA, -fenómenos meteorológicos de efectos funestos en la región-  son los causantes del racionamiento del agua y la energía en toda Venezuela. Sin embargo a la distribución desesperada de ambos rubros se suma la escasez de alimentos como la leche, la carne, la arepa y el pan de trigo. Pobreza que se multiplica por  la ausencia total y absoluta de las medicinas. Tenemos a estas alturas, -a más de 200 años de independencia del  imperio español-,  un país que va de reversa; que va de retro; que va más allá del siglo anterior. Una nación sin papel higiénico, sin desodorante, sin zapatos, semi-desnudo, que cambió para involucionar en  una caricatura de la prospera Venezuela  de otrora. No obstante lo más grave es la ausencia de proteínas en la dieta de los jóvenes, en especial de la leche formulada para los recien-nacidos. El resultado de esta tragedia será una juventud raquítica y sin ánimo de competencia. Una república sin atletas en las canchas y sin genios en las universidades. El país era rico, boyante, dispuesto a ejercer el liderazgo continental sobre las islas del Caribe, echadas al olvido y abandonadas por las metrópolis imperiales del viejo mundo. Desaparece, entonces, aquella débil república en circunstancias extrañas. Venezuela de un día para otro sin energía para el consumo interno. Sin dinero para importar alimentos. Sin plata para producir medicinas. Sin las divisas para las mínimas actividades de viajes por diversos motivos, como negocios y turismo. Sin el prestigio y la confianza para que algún banquero o financista le extienda  la mano. A la gran Venezuela se la tragó el absurdo. La impericia profesional de un gobierno sectario que malgastó la cifra más larga de dinero, que haya registrado como ingreso la tesorería nacional, en toda la vida republicana del país. No queda otra que dolarizar la economía y acudir a las demonizadas recetas del FONDO MONETARIO INTERNACIONAL. Es decir, el ensayo fracasó; 17 años perdidos. Volveremos a comenzar y la historia volverá a repetirse y otro Megalómano, sediento de gloria, pretenderá con los recursos de los venezolanos adueñarse  del mundo, o del continente o del Caribe. La marca genética de la grandeza nos corre por las venas. El ingreso de los españoles a nuestro fondo común de genes no fue gratuito.  Sin agua, sin luz y sin comida, pero  tenemos patria.