Ningún
banquero privado, ni ningún representante bizarro del capitalismo
internacional, se atrevería a arriesgar valores financieros, cuyos intereses más la inversión no pueda retornar en forma expedita a sus lugares de origen. Este es el caso venezolano sobre el capital foráneo,
que opera bajo un régimen legal inestable, de cambios súbitos en la ejecución de proyectos y de modificaciones contractuales que, por supuesto, violan los acuerdos entre los particulares y el estado. Estas conductas espantan la
confianza de los inversionistas, que, -sin otra opción-, tienen que
marcharse a países más seguros, que garanticen el desarrollo de los planes, el reparto de las ganancias y la reposición
del dinero invertido..
En tiempos de los precios petroleros más elevados de la historia y de una exacerbada política clientelar, -que amplifica el poder de convocatoria de la revolución-, las
finanzas del estado y la rentabilidad del sector privado de la economía, entran en emergencia y luego pasan a terapia intensiva. Esto último ocurre por el incremento insostenible del gasto público, bajo el esquema de un control cambiario, que genera devaluación, inflación, escasez y desempleo. La teoría socialista y su aplicación incorrecta conducen a una secuela inexorable de equivocaciones y de errores conceptuales, que, ex-profeso, participan en la destrucción del aparato productivo de la nación. Este detalle
empuja al alza la calificación de riesgo-país, otro indicador infalible
que ahuyenta al capitalismo financiero de proyectos sólidos y
rentables que pudieran desarrollarse ahora mismo en el territorio
nacional. Ante la caída de las reservas del tesoro y estimulada por las ofertas de deuda de la banca internacional, Venezuela acude al dinero fresco o inmediato de los inversiónistas, al mercado de capitales y al fondo chino, en busca de ayuda financiera, cuyos intereses, -según el índice de riesgo-, tendrá que pagar a precios escandalosos. Se presume que la burocracia revolucionaria, en su más alta jerarquía, se gastó los fabulosos ingresos de data reciente y, ahora, piden más recursos dizque para seguir avanzando en la construcción del
socialismo del siglo XXI. En síntesis, la revolución bolivariana ha sido
una revuelta relativamente pacífica, pero una de las más costosas de la
historia, de acuerdo con el análisis detallado del dineral gastado por
el Gobierno Venezolano, en los últimos 15 años.
El endeudamiento inexplicable con socios extraños, como el caso de china e Iran. Resulta inaceptable que una república con los fabulosos ingresos que recibe Venezuela, tenga que acudir al préstamo de un dinero tan caro. Parece un disparate que, cotizando el barril de crudo a más de 100 US$, pidamos "cacao" a los chinos con el adelanto de divisas a cambio del envío a futuro de petróleo y sus derivados. Prevalece una especie de voracidad por tragarse todo de una buena vez, dejando en manos del imperio chino el destino y la soberanía del país. Ahora estamos en la resaca de la borrachera petrolera. En aquel entonces se facilitó la regaladera de la plata que hora necesitamos. La China, -con el talón de aquiles del consumismo de las grandes potencias-, se adueña de los recursos energéticos del planeta, negociando a futuro bienes de infinito valor estratégico como el petróleo venezolano. Injusto transferir a las nuevas generaciones las pesadas cargas de las deudas pendientes. Lo que trasciende del negocio con china es que los asiáticos invierten la plata, Venezuela pone los hidrocarburos, pero no se sabe quien dirige las operaciones. Sólo se tienen sospechas de 2 ancianos dictadores de las islas del Caribe.
Los chinos no improvisan, son individuos de aprendizaje rápido y seguro. Los asiáticos manejan muy bien el oficio comercial y saben tomar ventajas en los negocios. Esta raza conoce de una cultura milenaria llena de leyendas, mitos y secretos bien guardados. La Gran China tiene una herencia extraordinaria de larga y profunda sabiduría. La Población China, -que suma más o menos un cuarto del total de habitantes del planeta-, ha llegado al extremo de imponer un estricto control de natalidad para detener el avance demográfico de ese enorme país. El Pueblo Chino con la vasta experiencia de cinco mil años de historia y aplicando la teoría y práctica del capitalismo salvaje, alcanza por ahora el más importante y asombroso desarrollo económico de toda su existencia. El Gigante Asiático, -con más de Mil Millones de potenciales consumidores y un crecimiento espectacular del Producto Interno Bruto-, se ubica en coordenadas estadísticas seguras, a escasos puntos de llevarse en los "cachos" a Los Estados Unidos, como primera potencia económica del universo.
Mientras tanto en Venezuela, de nuevo se sacrifica la patria. Esta vez doblegando el torso para rendir pleitesía a los nuevos ricos del mundo: los chinos...Del fondo chino se dice que es la versión socialista del fondo monetario internacional. Per se el dinero asiático no es malo; lo inadmisible sería que pretendieran el control de PDVSA
Los chinos no improvisan, son individuos de aprendizaje rápido y seguro. Los asiáticos manejan muy bien el oficio comercial y saben tomar ventajas en los negocios. Esta raza conoce de una cultura milenaria llena de leyendas, mitos y secretos bien guardados. La Gran China tiene una herencia extraordinaria de larga y profunda sabiduría. La Población China, -que suma más o menos un cuarto del total de habitantes del planeta-, ha llegado al extremo de imponer un estricto control de natalidad para detener el avance demográfico de ese enorme país. El Pueblo Chino con la vasta experiencia de cinco mil años de historia y aplicando la teoría y práctica del capitalismo salvaje, alcanza por ahora el más importante y asombroso desarrollo económico de toda su existencia. El Gigante Asiático, -con más de Mil Millones de potenciales consumidores y un crecimiento espectacular del Producto Interno Bruto-, se ubica en coordenadas estadísticas seguras, a escasos puntos de llevarse en los "cachos" a Los Estados Unidos, como primera potencia económica del universo.
Mientras tanto en Venezuela, de nuevo se sacrifica la patria. Esta vez doblegando el torso para rendir pleitesía a los nuevos ricos del mundo: los chinos...Del fondo chino se dice que es la versión socialista del fondo monetario internacional. Per se el dinero asiático no es malo; lo inadmisible sería que pretendieran el control de PDVSA