lunes, 1 de agosto de 2016

medicinas





Otra  vez estamos aquí, intentando tocar la fibra sensible de ese componente Humano que identifica a los habitantes de este noble y generoso Pueblo. La Gran  Paraguaná  resteada con sus hijos,  para que no se mueran de mengua ante la falta  de medicamentos. Un llamado de atención a los  pacientes, a las familias de los enfermos; a las instancias públicas o privadas que tengan alguna competencia  en el manejo del negocio en que se ha convertido la salud. A funcionarios  gubernamentales, garantes de que las farmacias dispongan del material necesario para la salud del público y a los  pecadores por omisión, que no abren el canal de ayuda humanitaria, que facilite la llegadas de los remedios patentados a los venezolanos enfermos. Un llamado especial al Instituto Venezolano del Seguro Social. En el futuro inmediato no podrán eludir su culpabilidad en la muerte inducida de  muchísimos venezolanos y serán sancionados, -en el tribunal de la Haya-, por crímenes de lesa humanidad.
En mi caso particular, requiero de frecuente ingesta de LEVODOPA, sustancia que actúa como precursora de la DOPAMINA,  neuroquímico que no puede ser procesado por el sistema nervioso central.  Para aliviar, temporalmente, esta disfunción cerebral necesito altas dosis de SINEMET 50/200 mg de liberación prolongada y MIRAPEX de  un miligramo (1 mg). Medicamentos para el  MAL DE PARKINSON, que desde hace casi dos años están  desaparecidos del mercado farmacéutico nacional.
Son múltiples las enfermedades crónicas, terminales y degenerativas que reclaman fórmulas médicas inmediatas y permanentes, que hagan soportable el dolor y prolonguen la calidad de vida de los pacientes. Tratamientos impostergables, -oncológicos o renales-, como radiación o diálisis, que están suspendidos;  pastillas para la presión arterial, que no hay; anticonvulsivos que controlan la epilepsia y la insulina que quema el azúcar de los diabéticos, entre otros fármacos que, sumados, alcanzan un 100% de escasez en toda la nación. Vivimos en un capitalismo salvaje que maneja la salud como mercancía, -LO QUE ES ABSOLUTAMENTE CENSURABLE.  Y tenemos un Gobierno irresponsable e inepto a los que la vida de los enfermos les importa un carajo,  que niega las divisas, -LO QUE ES CATEGÓRICAMENTE CRIMINAL.   

Autoridades sanitarias del nivel central, IVSS, Colegio Nacional de Farmacéuticos, Cámara Venezolana de la industria farmacéutica, Laboratorios de trasnacionales como Bayer, Roche, Merck, etc..por favor envíen medicinas a Venezuela. Activen el  canal de ayuda humanitaria y habiliten la vía rápida para los medicamentos que se necesitan en el país.

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